Barba
No me duró mucho Jenna en la cabeza…. Apareció el chico de la boina. No sólo que apareció, sino que me encontró caminando con una amiga nueva de la playa.
Nos llevó a recorrer todo en su vespa y luego de varias horas, pidió a mi amiga irse y me llevó a contemplar el amanecer.
Me dijo que estaba enamorado de mis pestañas y me besó.
Yo le correspondí y no pude evitar sentir un placer superior al besarlo.
A pesar de su pinchuda barba y sus labios ásperos, besarlo a él es uno de mis pasatiempos favoritos.
Menos que montar barriletes.